how many lives are living strange? — donna's rs

Well, well, well, pero si no es esta mi camarera favorita. O algo parecido diría Wes cada vez que la ve, ya sea dentro o fuera del trabajo. Con un año de diferencia, coincidieron en el instituto lo suficiente como para  que Donna la dona se volviese una cara regular para él, sin contar que ambos provienen de familias que siguen a los Hansen, lo que implica seguramente encontronazos en la zona residencial, así como también encuentros fijos los domingos en misa.

Después de toda la época del insti, pasarían a encontrarse en Jenkins', donde: a) Donna trabaja y, b)Wes es cliente frecuente. Y bueno, llevan aaaaaños de verse allí, mínimo un día por fin de semana, ¿no te parece que algo tendrían que hablar? Se me ocurre que a lo mejor empezase como un intento de ligue de alguno de sus amigos o del propio Wes, who knows, pero después de que Donna dejara en claro que no estaban en la misma página, la relación pasó a ser la de camarero-cliente que más que eso es una de amigos, a fin de cuentas, porque entre que esperas a que llegue el resto tienes que hablar con alguien. Y digamos que el hecho de que ella esté con los Hansen hizo que Wes le cogiera confianza más rápido.

Bueno, eso sería más o menos por parte de él, dejo en tus manos si Donna lo manda con los Leavold cada vez que lo ve o que no vea la hora de sacárselo de encima. Pero que Wessy le va a hablar cada vez que la ve, tenlo por seguro 

Wesley Robbinson. ¿Qué si había escuchado oír de él? ¡Por supuesto! El coronel Bantry no hace más que repetir cuánto le encantaría que Wes fuera su hijo. De lleno a Donna lo mismo le caería para la patada. Un pijito de los tantos que hay en Hollywell, seguramente besando el piso que Johnson pisa, cumpliendo cada tareita como un soldadito obediente. Me muero del asco. Que intentara ligar con ella en el trabajo superó todavía más su desagrado. En ese primer momento arrugó la nariz, y se negó por completo, dándole unas crudas calabazas; tal vez un poquitín más groseras de lo que debían.

Y podría haber acabado ahí; pero la mesita especial era demasiado frecuente y los que la ocupaban unos pesados de primera. Lo manda con los Leavold de vez en cuando, y hay días que no quiere otra cosa que sacárselo de encima; pero con el tiempo y esfuerzo ha logrado cogerle un cariño especial. Lo dirá sobre su tumba, pero son amigos, qué va, buenos amigos. No de esos que van de florcitas, y a decir verdad, es uno al que trata bastante mal, pero amigo al fin y al cabo. ¿Cuántas veces se ha quedado después de turno compartiendo unas cervezas? ¿O ha perdido el tiempo junto a su mesa, volviendo las horas de trabajo más amena? ¿O simplemente ha pasado por su casa con dos botellas de cerveza, y la peor película que pudo descargar? Demasiadas. El pijillo Wesley acabó superando sus expectativas.

Ahora sí, cuando se entere que está viéndose con Maggie tendrá que aclararle unos cuantos puntos, que a su chiquita de ojos azules no le hace daño nadie. Menos un ligón de cuarta de bar <3 Un ligón de cuarta al que le ha cogido cariño y todo. Sólo ella puede meterse con Wes    

Pues estuve pensando un buen rato y llegué a la conclusión de que Otis y Donna sólo tienen una cosa en común y esa cosa tiene nombre y apellido: Wes Robbinson. 

Wes es algo como un tutor para Otis (tutor, profesor particular, niñero, de todo un poco), y Otis le quiere mucho, pero también están los obvios codazos de 'eh, que yo te ví hablando con esa chica en Jenkins', ¿y qué pasó con Maggie?'. Y bueno, que Otis capaz no creyó lo que su amigo le dijo y pasó por el pub para hablar con Donna. Pero como dice la palabra; hablar. Bromear incluso un poco, porque el pobre hacerse el malo ni siquiera intenta, porque sabe que no puede. Así que podría haber quedado como un metido, pero a decir verdad, eso nunca le importó. Y Donna no le caería mal, porque sinceramente Otis no se cree capaz de despreciar a alguien. Lo que quiero decir es que la saludaría si llegara a cruzarla, y sería capaz de llevarle algo pesado hasta la casa, pero no es la primera persona a la que acudiría con un 2x1 de cine en la mano.

Y bueno, si te gusta o no eso lo decidís vos   

A ver, es que Otis es tan tonto que sacaría lo peor de Donna. ¿Quién era ese palurdo para ir acusarla de haberse metido con Wesley? ¡Y una mierda! Le mandó a volar. A él, con su sonrisita idiota, y sus estúpidas bromitas, que no hacían más que ponerle de los nervios. Como si ella fuera a meterse con el asqueroso de Wesley, qué asco. Pero el chico no parecía entender demasiado bien lo que estaba pasando, o capaz sabía que Donna era igual de desagradable con todo el mundo, por lo que tomó su brusco trato como algo totalmente natural.

Por suerte, no era lo bastante cara dura como para insistir en una amistad. El intento de charla no superó ese día, y Donny lo agradeció. No tenía tiempo para criajos torpes. ¿Le saluda? Pufff, pesado. No puede entender porque el criajo lo hace, cada vez que se lo cruza rueda los ojos, y más de una vez se ha visto tentada a decirle “no somos amigos”. Pero no lo ha hecho, porque sabe que puede aprovecharse un poquito de su inocencia. Como has dicho, es la clase de chico que le cargaría algo pesado hasta la casa, y después de comprobarlo, no ha dudado en usarlo como chico de los recados. ¿S le han acabado los cigarros y está de turno? Ay, seguro Otis puede ir a comprarle unos. ¿No tiene quién recoja la mesita de noche que encargó? Otis irá a buscarla. ¿No tiene tiempo para pasear al perro? Un llamadito y el chico lo hará por él; y hay que pasear al perro de Donna, que pelea y ladra cada vez que alguien intenta ponerle la correa.

Le conviene ambos  —vale, le conviene a ella—, así él no se gana sus malas palabras. Al menos tiene que fingir un trato más cordial, aunque sí que el pone de los nervios. Y es que Otis parece tener accidentes de torpeza todo el tiempo, y más si Donna está cerca. Desde que él ha tenido edad para ir a Jenkins' se han roto casi tantos vasos y botellas como en toda su historia.